La Rabia es una enfermedad grave con un 100% de mortalidad, que
afecta tanto a animales como a los seres humanos. Por ello, para
prevenirla la Seremi de Salud de Coquimbo, está reforzando la
educación sanitaria sobre cómo proteger a la familia y mascotas
durante el verano.
La Rabia puede afectar a cualquier mamífero, pero en Chile, los
principales transmisores son los perros, gatos y murciélagos. La
enfermedad se contagia a través de la saliva de un animal infectado, ya
sea mediante mordeduras, rasguños o lamidas sobre heridas.
Para prevenir la transmisión de la Rabia, es esencial tomar medidas
tanto en el hogar como en la comunidad. El Seremi de Salud (s) Tomás
Balaguer, indicó: “Recomendamos enseñar a los niños a no acercarse a
animales desconocidos o que vivan en la calle, ya que podrían estar
enfermos. Además, es importante que las personas mantengan al día la
vacunación antirrábica de sus mascotas, incluso si no han estado en
contacto con otros animales. Porque Es posible que éstas puedan ser
infectadas al tener contacto con murciélagos infectados. También, si
una persona ha iniciado un tratamiento antirrábico, debe completarlo
sin abandonarlo” explicó.
En relación a los murciélagos, Balaguer añadió: “Los murciélagos son
animales nocturnos, por lo que, si se los ve durante el día o en
condiciones poco comunes, como en el suelo o muy cerca de personas,
es señal de alerta. Si se encuentran en estas condiciones, no se debe
acercar al animal ni manipularlo”.
El Seremi también recomendó estar atentos a las señales en los
murciélagos: “Es fundamental que la comunidad entienda que un
murciélago activo durante el día es un posible indicio de que podría
estar infectado. Nunca se debe tomar el riesgo de manipularlo sin
protección. Ante la menor sospecha, se debe avisar a la oficina comunal
de la Seremi de Salud Coquimbo, más cercana a su domicilio”. Señaló.
Si encuentra un murciélago en estas condiciones, la recomendación es
no tocarlo ni moverlo directamente, sin embargo, si es necesario
manipularlo, utilice guantes y herramientas como una pala o escoba
para evitar el contacto directo. Posteriormente, comuníquese de
inmediato con la oficina comunal de salud para que se investigue el
caso.
Los perros y gatos infectados con rabia suelen presentar cambios de
comportamiento. Pueden volverse más agresivos, dejar de reconocer a
sus dueños o mostrarse irritables. También pueden evitar la luz o el
ruido, esconderse en lugares oscuros, caminar de manera
descoordinada o presentar parálisis en las patas traseras.
Durante el año 2024, la Seremi de Salud ha enviado un total de 103
muestras sospechosas al Instituto de Salud Pública para análisis de
Rabia. De ellas, 9 fueron positivas a la enfermedad. Por ello, el llamado
a la
comunidad es a proteger a las mascotas mediante la vacunación
antirrábica y evitar el contacto con animales en condiciones de riesgo.
La Rabia es prevenible a través de la educación y medidas oportunas, y
la salud de todos depende de un esfuerzo conjunto para prevenir su
propagación.