En una jornada cargada de emoción, siete familias que participan en el proceso de acogimiento familiar cerraron la primera etapa de la evaluación formativa de idoneidad, a través de un taller de sensibilización que les permitió reflexionar sobre el profundo significado de este proceso y su impacto en la vida de los niños, niñas y adolescentes que acogerán temporalmente al finalizar la evaluación.
El taller, de formato grupal, brindó a los participantes la oportunidad de rememorar momentos significativos de su infancia y reflexionar sobre cómo estas experiencias han marcado sus vidas. A través de un diálogo abierto, los participantes exploraron el rol fundamental que desempeñarán como cuidadores y el impacto que tendrán en el bienestar de los niños, niñas y adolescentes que acogerán.
El cierre de la actividad fue especialmente emotivo. Como parte del acto simbólico, cada familia escribió mensajes cargados de buenos deseos y esperanza en globos de helio, que luego fueron elevados al aire, dirigidos a los niños y adolescentes que estarán bajo su cuidado en el futuro cercano.
“Este proceso formativo es esencial para asegurar que las familias estén plenamente preparadas para brindar el amor, la estabilidad y el apoyo que los niños y adolescentes necesitan. Cada uno de los participantes ha demostrado un gran compromiso y este taller ha sido una valiosa oportunidad para reflexionar sobre la responsabilidad que implica el acogimiento familiar”, comentó Anita Bonell Bravo, directora regional (s) del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia.
Por su parte, las familias participantes destacaron el valor formativo y emocional de estas instancias. “Me llevo una experiencia positiva, llena de esperanza y energía. Cada taller al que hemos asistido ha sido un aprendizaje, donde hemos conocido distintas historias y nos hemos enriquecido como familia de forma muy profunda”, expresó Paola Acuña, quien participó junto a su hija.
“La experiencia que nos entregaron los profesionales generó una fortaleza muy importante para todos quienes participamos, y la actividad simbólica nos hizo sentir más acompañados al compartir este gesto tan emblemático con otras familias”, añadió Alexander Muñoz, acompañado de su pareja, Eduardo, quienes también formaron parte de los talleres. Se espera que todos los participantes continúen con el proceso para ser familias de acogida en la próxima etapa que corresponde a la evaluación formativa